DÍA 2 DE LA BETAESPERA

El sábado nos levantamos temprano. Cuando me asomé pensativa por la ventana, unas nubes grises avanzaban lenta y pausadamente a través del cielo apagado y sin vida, anunciándonos una mañana que no tardaría en transformarse en lluviosa. Desayuné con calma y me duché a toda prisa mientras Rubio aprovechaba los últimos minutos metido en la cama. A las 10 en punto, estábamos en la clínica. Nos estaban esperando.

Yo tomé asiento en la sala de espera mientras Rubio desaparecía a través de los pasillos acompañado de una enfermera. Me dediqué a visitar mis redes sociales favoritas mientras tanto; es decir, les conté a mis chicas de la #infertilpandy que ya habíamos llegado y que la cosa era casi casi inminente y cotilleé un rato el Facebook hasta que Rubio vino a buscarme a la sala de espera.

Teníamos dos horas por delante hasta que llegase el momento de la IA, así que decidí decidimos pasar el rato en un centro comercial. Primero fuimos a desayunar porque con las prisas, Rubio no había comido nada antes de salir de casa. Yo sólo me tomé un zumo de naranja natural para acompañarle, pero no logré acabármelo porque los nervios (traicioneros ellos!) habían comenzado a cerrarme el estómago. Dimos un paseo hasta llegar al centro comercial, hablando de nuestras cosas y echándonos unas risas. Por un momento, la idea de que nos someteríamos a nuestro segundo tratamiento de reproducción asistida en apenas dos horas se esfumó y nos permitió disfrutar el uno del otro, sin pensar en nada más. El tiempo en pareja y no permitir que la infertilidad domine nuestra relación es muy importante para nosotros, así que pasamos un tiempo agradable dedicándonos únicamente a contemplar televisores nuevos, imaginarnos una nueva remodelación en nuestra casa, probarnos ropa, cotillear videojuegos, música…

Cuando nos quisimos dar cuenta, apenas faltaba media hora para la IA, así que nos marchamos y regresamos por el mismo camino sin darnos mucha prisa, disfrutando del trayecto y sin pensar demasiado en lo que estaba a punto de ocurrir. Por suerte para nosotros, el día había despejado considerablemente y las nubes oscuras habían desaparecido para dejar paso a un sol radiante lleno de vida. Era un día fantástico!

Ya en la clínica, tardaron más de media hora en llamarnos para llevar a cabo la IA. A Rubio le fastidia la impuntualidad en general y se revolvía en su asiento sin saber muy bien qué hacer. Y cuando nos llamaron por fin, cuando pronunciaron mi nombre, el corazón casi me da un vuelco.

Esta segunda IA ha sido muy especial para mí. No ha tenido nada que ver con la primera. ¿Que por qué? Os lo contaré con mucho gusto! La doctora que me inseminó (nunca la había visto antes, mi gine no estaba y fue ella la encargada de todo) tuvo la consideración de dejar pasar a Rubio conmigo. La otra vez él no pudo acompañarme por motivos laborales y yo entré sola en aquella habitación mientras Super Mamá esperaba nerviosa en la sala de espera. Y os puedo asegurar, que pase lo que pase, siempre será un momento precioso. Yo me tumbé en la camilla, con los pies en los estribos, y él se sentó justo a mi lado, a la espera del gran momento. Estaba un poco nervioso, aunque intentaba disimularlo, y no dejaba de acariciarme el pelo y la cara. Me sentí muy reconfortada de tenerlo allí conmigo, y en el fugaz momento en que se entrecruzaron nuestras miradas, comprendí que él haría más allá de todo lo posible por cumplir nuestro sueño.

Porque él es así. Noble, gentil, cariñoso, leal. No puede evitar hacer todo cuanto esté en su mano por hacerme feliz. Y en aquel breve segundo que nos miramos a los ojos, todo a nuestro alrededor se detuvo. Me sonrió con esa sonrisa traviesa suya y yo me sentí como en casa, segura y a salvo.

Mientras la doctora introducía la cánula en mi interior, no pude evitar emocionarme. No solté ni una sola lágrima, pero por dentro pensaba que ese podría ser el principio de algo maravilloso. Y yo me moría porque así fuera. La doctora nos dedicó unas palabras amables y cariñosas, nos deseó mucha suerte y nos proporcionó las instrucciones de ahora en adelante hasta la beta. Me pareció una mujer muy cercana y humana con sus pacientes.

Nos dejaron 15 o 20 minutos a solas en aquella habitación pequeña y blanca, momento que Rubio aprovechó para toquetear y juguetear con los pedales de la camilla en la que yo estaba tumbada. Sí, habéis leído bien! jajaja No puede estarse quieto! 🙂

Al salir de allí, miré el móvil y vi que tenía un mensaje. Era de Super Mamá.

¡Hoy es el día! Tengo buenas vibraciones, ¡suerte! Os quiero!

Sonreí y me sentí muy reconfortada de tener la madre que tengo. No podría estar más agradecida.

Más tarde, fuimos a comer un menú gigante del Burguer King, ¡nos moríamos de hambre! Y cuando nos quisimos dar cuenta, ya había llegado la hora de volver a casa. Para mí, había sido una mañana de lo más entretenida, nada que ver con los nervios y agobios de la primera vez.

Mientras volvíamos a casa en coche, yo lo miraba conducir por el rabillo del ojo y no podía dejar de pensar que será un gran padre. Sí, sé que lo será porque ya quiere a su bebé incluso antes de conocerlo. Porque está luchando mucho para conseguir que seamos padres. Porque está haciendo muchos sacrificios y trabajando muy duro para que nuestros ahorrillos no desaparezcan y podamos seguir intentándolo en la clínica. Porque sueña cada día que lo conseguiremos, que cada vez estamos más cerca. Porque ese bebé es tan importante para él que removerá cielo y tierra sólo por tenerlo entre sus brazos.

Y yo, sólo con eso, sé que será un gran padre 🙂

La beta ha quedado fijada para el 29 de septiembre y, tal y como hice en la IA anterior, aguantaré sin hacerme un test de embarazo para evitar agobios y malos momentos, así que hasta que me haga la analítica no sabré el resultado. Y lo prefiero así!

Que sea lo que tenga que ser, ya he hecho todo lo que podía y ahora sólo puedo esperar y desear que todo salga bien. Y si no fuera así, intentaré reponerme lo antes posible. He decidido desterrar de mi cabeza los pensamientos excesivamente optimistas y las ideas demasiado negativas porque no van a ayudarme de ninguna manera. La betaespera es así, no puedes fiarte de donde pisas, tienes que andarte con cuidado para no sufrir más de lo necesario. Así que aquí estoy, en un verdadero limbo sentimental, sin querer sentir demasiado y dejando pasar los días con tranquilidad y calma.

Un besazo gigantesco a todas las que me leéis! Gracias por acompañarme en este camino 🙂

18 comentarios

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18 Respuestas a “DÍA 2 DE LA BETAESPERA

  1. Leyendo tu post no he dudado ni un segundo de lo bien que te va a salir. Creo que tu madre tiene toda la razón. Un abrazo! 🙂

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    • Gracias por tus palabras tesoro 🙂
      Hace tiempo que buscaba sentirme comprendida y acompañada en este camino y, por suerte, lo he encontrado en todas vosotras 🙂
      Dentro de lo mal que se pasa en una betaespera, ésta se hace más llevadera con vuestros mensajes de ánimo!

      Un besazo guapa!!!

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  2. Ya verás como todo va a salir bien. Un beso!

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  3. El mensaje de tu madre me ha conmovido, que suerte tienes con ella……todo va a ir bien 🙂

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    • Para mí es un alivio que ella esté a mi lado en todo este proceso 🙂 No siempre le digo la suerte que tengo de tenerla a mi lado, pero estoy segura de que ella ya lo sabe 🙂
      Gracias por los ánimos tesoro!

      Un besazo!

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  4. Te deseo lo mejor nena. :*

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  5. Mucha suerte!! me has recordado a mis inseminaciones… la mañana de la inseminacion para mi era un momento de mucha emoción , de dejar volar a nuestra ilusion e imaginarse que puede pasar, ¿por qué no? ojalá sea la vuestra.

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    • La verdad es que sí, esa mañana es un momento de mucha emoción en la que te imaginas que sí que se puede, que los sueños se cumplen, que las ilusiones tienen que vencer a los malos momentos… 🙂 Ainsss, qué fácil es soñar! 🙂

      Un beso!!!

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  6. Muchísima suerte preciosa! Esta es la definitiva, las madres siempre tienen razón.

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  7. Campeona! Tenéis una actitud buenísima y eso también ayuda. Muchisima suerte!!

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  8. ays!! qué bonito! Rubio es un tío majo y os tenéis el uno al otro. precioso!

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  9. Enhorabuena! Ya veréis como esta vez sí
    Yo me he hecho mi primera IA ayer, lo hago por la SS. Así qué sí en 15 días no me baja la regla me haré un pipí test
    Tengo miedo al negativo pero estoy muy ilusionada

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    • Qué bien, ¡seremos compañeras de betaespera! 🙂
      Suerte preciosa! No pienses en el negativo; sé que es fácil decirlo pero yo intento darle la menor cantidad de vueltas posibles. Lo dicho: muchísima suerte!!! Y así me gusta, siempre con ilusión, es el mejor modo de afrontar las cosas.

      Un besazo!!

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