Esta mañana regresé a la clínica para intentar resolver todas mis dudas después del negativo de la FIV. No quiero enrollarme demasiado con todo lo que allí hablamos, pero el doctor me reconoció que no era normal que una chica tan joven como yo no hubiese conseguido el embarazo con esta FIV, puesto que el embrión era bueno y todo apuntaba a que se quedaría conmigo. Repasamos todo el tratamiento con detalle: los óvulos obtenidos, la medicación pautada, cuántos días habían durado los pinchazos, la calidad del esperma, los embriones… Me reconoció que, debido a mi edad, habían esperado sacar muchos más óvulos y que finalmente no había podido ser así. Dijo también que mis ovarios habían reaccionado de una manera un tanto extraña (el izquierdo demasiado lento y con muy pocos folículos, y el derecho con muchos más folículos pero que finalmente muy pocos fueron maduros) y que, al parecer, algo fallaba en cómo reaccionaban a la medicación.
Resulta que, durante la punción, descubrieron un quiste endometriósico adherido al ovario derecho. Un «quiste de chocolate», como le suelen llamar, de un centímetro de diámetro y del que ya sospechaba su presencia. Recuerdo que durante algún que otro control le escuché decir que se veía una manchita en el ovario derecho y que él pensaba que eso tenía que ser un principio de endometriosis. Al parecer, después de la punción, ha quedado aclarado.
¿Qué es la endometriosis? Es una enfermedad benigna que consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica como en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos o en el intestino (entre otros). No existe cura, aunque existen diferentes tratamientos que incluyen analgésicos para el dolor, tratamiento hormonal y cirugía. La localización más frecuente de la endometriosis es el ovario. Se forman a menudo quistes, que se llenan de sangre y adquieren un color oscuro que se parece al chocolate, de tal forma que se denominan quistes de chocolate. Por lo que he estado leyendo, es una importante causa de infertilidad.
Le pregunté al gine acerca de la posibilidad de extirparlo o incluso realizarle una punción para extraer la sangre de su interior pero, por el momento, no me lo ha aconsejado porque el quiste es pequeño y durante la operación correríamos el riesgo de extirpar excesivo tejido sano del ovario y todo se iría al traste. Así que me ha recetado la píldora anticonceptiva y volver antes de que aparezca la regla para realizar una nueva ecografía. Si todo va bien, a principios de marzo será nuestra segunda transferencia y esta vez me han aconsejado poner juntos los dos embriones. Él desaconseja fervientemente el embarazo múltiple, es más, a nosotros nos recomendó poner solo un embrión para evitarlo, pero me ha dicho que, visto lo visto, es mejor arriesgarse y no perder más el tiempo.
Por lo que he podido leer en algunas webs sobre la endometriosis, es una enfermedad que puede avanzar demasiado rápido y la maternidad no debe aplazarse. Por suerte, ser padres es nuestra mayor ilusión y por ahora lo hemos cogido a tiempo. A partir de ahora controlarán que no aparezcan más quistes endometriósicos, pero tampoco me ha comentado qué haremos si eso ocurre.
En mi próxima consulta volveré a bombardearlo a preguntas porque necesito quedarme tranquila antes de empezar esta segunda transferencia. No me veo con fuerzas de soportar otro negativo y necesito saber que estoy haciendo todo cuánto esté en mis manos para preparar la casita de mis bebés. Le preguntaré si la endometriosis podría encontrarse en alguna zona más que no hayan visto, si de verdad no es necesario extirpar ese quiste, si la transferencia es viable a pesar de esa presencia asquerosa… Necesito saber que las cosas esta vez pueden salir bien, no puedo arriesgarme a una segunda transfer si algo falla dentro de mí.
Y eso ha sido todo por hoy. No he salido especialmente tranquila de la consulta después de saber lo que se trama en mis ovarios, pero es cierto que el doctor ha intentado tranquilizarme en todo momento, transmitiéndome mucha confianza y dándome muchos ánimos, animándome a continuar y no rendirme porque cada vez estamos más cerca. De corazón deseo que así sea porque este negativo me ha minado bastante.
Intento no darle muchas vueltas al tema de la culpa y de lo horrible que me siento conmigo misma por creerme rara y defectuosa y procuro solo pensar en mis dos soles brillantes, que muy pronto estarán conmigo y puede que, por fin, toda esta pesadilla llegue a su fin 🙂
Cargando… Misión Bizcochito&Cacahuete